Corriendo tras sus memorias, arrancadas por un desconocido.
La tarde del jueves 21 de octubre una joven estudiante de la Universidad Nacional de San Agustín de 18 años de edad, fue asaltada por una persona no identificada, que le arrancho su celular de las manos. Aquel celular significado el inicio de un esfuerzo y la continuidad de varias acciones que le permitieron comprarlo.
Por: Micaela Estefanía Baca Cornejo, estudiante de la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación - Unsa
Correo: micaelabaca.mbc@gmail.com
En el distrito de José Luis Bustamante y Rivero la delincuencia cada vez se va acrecentando; la zona con mayor índice de delincuencia es la zona del Avelino Cáceres, donde cada día un puñado de personas es asaltado, el peligro está presente en cada momento y en cada oscuridad naciente, como le paso a la estudiante de Literatura, Micaela Estefanía Baca Cornejo, de 18 años de edad, la cual paso por momentos de angustia, cuando de la nada una mano ajena le arrancho el celular en un momento de descuido.
Era un día como cualquier otro y ya era mediodía, Micaela se encontraba terminando de arreglarse para dirigirse a la casa de su amiga Jeaninna, rápidamente se despidió de su madre y salió a tomar su carro, tomo el único carro que se dirigía a su destino, aquella combi café que en su casquete llevaba un numero 1, ya encontrándose por el Avelino, exactamente por el Ovalo, en un momento de descuido ella decidió sacar su celular, sin saber que un enemigo silencioso la observaba por la ventana.
De pronto y de la nada una mano ajena empezó a jalar su celular de una forma brusca, ella impactada por lo sucedido trato se sujetar su teléfono móvil con fuerza, pero en un breve segundo su celular ya no estaba en sus manos y aquella persona se alejaba rápidamente de la escena. Ella no lo dudó ni un segundo y decidió guiarse por aquellos instintos que la impulsaron a bajarse de la combi, sin acordarse de que no había pagado pasaje; empezó a correr desesperada, en ese momento no tenía ni un pensamiento en la cabeza, solo corría por instinto en busca de aquel individuo; logrando percibir que este se adentraba al centro comercial “La Isla”, despojándose de algunas prendas para no ser reconocido.
Micaela empezó a correr desesperada, cada vez más rápido, pero de la nada su voz empezó a hacerse más fuerte y los gritos desesperados llenos de impotencia se empezaron a escuchar por aquel centro comercial, en el cual ninguna persona que escuchaba los gritos, pensó en ayudarle.
El sustractor al ver que la joven seguía corriendo y no se daba por vencida, decidió cruzar la pista y correr por un mercadillo que está ubicado al frente de “La Isla”; el piso de este establecimiento era liso y resbaloso causándole problemas a la joven que corría con aquellas botas negras con tacos, propiciando que ella resbale y caiga en aquel frio suelo, en eso momento unas palabras rondaban en su cabeza “Ya está todo perdido Micaela, ahí va tu celular” pensaba. Pero en un momento de catarsis, varias imágenes invadieron su mente, era una especie de película, en la cual sus fotografías eran las protagonistas; quedándose así en un momento de pausa, sus recuerdos se quedaron estáticos en una imagen, una muy particular y especial, era aquel fondo de pantalla que ella selecciono de una manera muy especial para aquel celular, recordando esta frase que momentos después de un fatídico hecho se repetía ”Ya no estás conmigo Ji Jung, partiste sin poder despedirte y la imagen de tu muerte no podrá salir de mi memoria tan fácilmente, mi corazón duele y siento que mi alma en cualquier momento saldrá de mi cuerpo, la pena que emana tu muerte es muy grande; pero siempre te tendré presente te encomiendo que cuides de este celular que siempre guardara en el tu memoria”. Con lágrimas en sus ojos, las mejillas mojadas y el alma desgarrada de solo pensar que ya no volvería a ver la imagen de aquella mascota que fue tan especial para ella decidió seguir corriendo y lo hizo con mucha más fuerzas solo tenía en aquel momento un objetivo y era recuperar aquellas memorias que ilustraban sus recuerdos; recuerdos que eran robados por un ser ajeno, sin rostro pero con alma oscura.
Corriendo tras los pasadizos de aquel mercado encontré después de varios minutos de persecución la ayuda de tres personas, tres ángeles que decidieron ayudarle a capturar al secuestrador de sus preciadas memorias; estas tres personas aparecieron de la nada, pensando ella en un inicio, que podrían ser cómplices de aquel sujeto que pretendía llevarse su objeto valioso; en esos momentos el ratero se encontraba acorralado y como un acto de desesperación quiso tirarle a la joven una piedra pero ella sin miedo y armada de mucho coraje ya estaba preparada para lo peor, sin importarle las intenciones de aquel captor de recuerdos, que al ver la reacción de aquella joven, salió corriendo por una de las vías del mercado, cruzando de forma rápida y ágil aquellas pistan anchas del Avelino Cáceres, las caballeros templarios de los recuerdos decidieron ayudar a la joven y logrando visualizar rápidamente el escondite de aquel sujeto corrieron de forma rauda, en busca de los recuerdos de aquella joven que un poco agitada seguía corriendo tras sus preciadas memorias.
El escondite de aquel captor de memorias fue descubierto, este se encontraba acorralado, ya que en este sitio no había rutas de escape como las otras, permitiendo que los caballeros de forma valiente y sagaz sujetaran al captor, pidiéndole de una forma feroz que devuelva el celular a la joven.
Inicio de nuestras memorias
Aquella mañana de octubre, el sol irradiaba luz, el viento soplaba suave, y las aves cantantes daban muestra de su poderío sonoro; así empezaron las señales de aquel gran día, en el que la promesa de varios meses por parte de su tía se haría por fin realidad, era la fecha pactada y los requisitos se habían cumplido, con un merecido AD en conducta y muy buenas calificaciones, lograron que su tía, accediera a la compra de su nuevo celular, con él podría tomar varias fotos, que le permitirían guardar sus memorias de aquel viaje de promoción que se acercaba, así, su gran día daba comienzo.
Esa misma tarde se enrumbaron a una tienda de venta de celulares, llegando y en el aparador un modelo llamo su atención, era un celular con bordes azules, con teclado quazer y de pantalla amplia, ese era se dijo y sin más ni menos lo compraron, así un nuevo integrante había llegado a la familia tecnológica de aquella chica.
Desde aquel momento aquel artefacto tecnológico la salvo en varias ocasiones de peligros, en los cuales el solo hecho de poder realizar una llamada disipaba todos aquellos problemas, con el ella paso varias anécdotas tristes y a la vez muy felices, ella hasta ahora lo mantiene y en el sus memorias y recuerdos aun perduraran por muchos años en el tiempo.
Micaela cuida tus cosas
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